Entrenando incansablemente para enfrentarse a una nueva frontera.
Sally Ride hizo historia como la primera mujer estadounidense en el espacio el 18 de junio de 1983. Fue una valiente astronauta y una feroz defensora de las mujeres en la ciencia, que ha dejado un impresionante legado.
Preparada para ser astronauta
Sally nació y creció en el sur de California. De niña y adolescente, Sally destacó en sus clases de matemáticas y ciencias en la escuela. También era una jugadora de gran talento e incluso consideró brevemente una carrera como profesional.
Este atletismo la preparó para convertirse en una de las primeras mujeres astronautas, ya que el entrenamiento de la NASA para ser astronauta es muy riguroso tanto física como intelectualmente.
El entrenamiento de Sally le obligó a pilotar aviones a reacción a hasta 600 millas por hora y a saltar en paracaídas en aguas abiertas, además de asistir a clases de ciencia. El entrenamiento de los astronautas de hoy en día es igual de intenso, ya que requiere un entrenamiento de vuelo en el mismo tipo de aviones a reacción que se utilizaban en la época de Sally.
Viaje a la NASA
Antes de comenzar su entrenamiento como astronauta, Sally estudió en la Universidad de Stanford, donde se licenció en inglés y física y se doctoró en astrofísica.
En el último año de su doctorado, 1977, Sally respondió a un anuncio de la NASA en el periódico que cambiaría su vida para siempre. Era la primera vez que la NASA aceptaba candidaturas de mujeres y minorías para ser astronautas.
La Dra. Ride fue una de las 8.000 personas que se presentaron. Se eligieron 208 finalistas que viajaron al Centro Espacial Johnson para pasar una semana de entrevistas, pruebas médicas, pruebas de aptitud física y exámenes psicológicos. Después de esperar unos siete meses, la Dra. Ride recibió la llamada de que había sido seleccionada.
Sally fue una de las seis mujeres elegidas para la promoción de 1978 de la NASA, de un total de treinta y cinco candidatos a astronautas. Los "Treinta y Cinco Nuevos", como se llamaban a sí mismos, tendrían que pasar dos años de entrenamiento antes de ser promovidos de candidatos a astronautas a astronautas de pleno derecho.
Al ser las primeras seis mujeres elegidas para convertirse en astronautas, la Dra. Ride y sus colegas se enfrentaron a un intenso escrutinio. Se les hicieron muchas preguntas invasivas sobre sus órganos reproductores, su apariencia y sus planes de tener hijos. Sin embargo, se tenían como aliadas y rivales amistosas mientras todas luchaban por convertirse en la primera mujer estadounidense en el espacio.
¿Qué se necesita para ser astronauta?
Hoy en día, el proceso de selección de astronautas dura cerca de dos años. En 2020, la NASA recibió más de 12.000 solicitudes y, tras muchas entrevistas, sólo un puñado será elegido para la promoción de 2021. La NASA necesita tanto astronautas pilotos como especialistas de misión. Los astronautas pilotos actúan como comandantes o pilotos en los vuelos espaciales, lo que significa que se encargan de dirigir a la tripulación y controlar la nave espacial. A los astronautas pilotos se les exige una amplia experiencia en el pilotaje de aviones. Por ello, los astronautas pilotos suelen proceder del ejército.
Por otro lado, el trabajo de un especialista de misión es convertirse en un experto en el objetivo científico de la misión, y se les exige que tengan una formación en investigación científica. Los especialistas de misión también pueden ser médicos que se encargan de la salud y la seguridad de la tripulación, pero muchos proceden de la física, la astronomía o la ingeniería, como Sally.
Dra. Ride, especialista de misión
La Dra. Ride fue contratada como especialista de misión por sus conocimientos de astrofísica. En concreto, trabajó en un brazo robótico para el transbordador Challenger que podía recuperar y desplegar satélites.
Se entrenó incansablemente para aprender a manejar el brazo, que requería tanto una precisa coordinación mano-ojo como un detallado conocimiento de ingeniería.
Incluso simuló la ingravidez del espacio practicando bajo el agua con un equipo de buceo y a bordo de un avión en bucle conocido cariñosamente como el "cometa del vómito". Las habilidades y conocimientos de la Dra. Ride la llevaron a ser elegida como la primera mujer estadounidense en el espacio en la misión Challenger del 18 de junio de 1983. Fue una de las cinco astronautas de la misión de seis días, y utilizó su brazo robótico para desplegar dos satélites de comunicaciones.
Al año siguiente, Sally se embarcó en su segunda y última misión, que duró ocho días y fue la primera en la que viajaron dos mujeres.
El objetivo científico de esta misión era realizar observaciones de la Tierra. Cuando un satélite utilizado para las observaciones no extendió correctamente sus paneles solares, Sally pensó en sus pies y maniobró hábilmente el brazo robótico del Challenger para resolver el problema.
Trágicamente, dos años después de la estancia de la Dra. Ride en el programa Challenger, una pieza defectuosa hizo que el transbordador explotara 73 segundos después del despegue, matando a todos los astronautas a bordo. La Dra. Ride formó parte del equipo que investigó el accidente para asegurarse de que no volviera a ocurrir nada parecido.
Después de la NASA
En 1987, Sally se retiró de la NASA y pasó a trabajar en la Universidad de California en San Diego como profesora de física y directora del Instituto de Ciencias Espaciales de California.
Sally también empezó a dedicar su tiempo a animar a los jóvenes, especialmente a las chicas, a interesarse por la ciencia. Formuló la idea del proyecto EarthKAM de la NASA, que ofrece a los estudiantes de secundaria la posibilidad de observar la Tierra desde la Estación Espacial Internacional.
Ella y su pareja desde hace 27 años, Tam O'Shaughnessy, también crearon Sally Ride Science, una organización sin ánimo de lucro que promueve la igualdad y la inclusión en STEM.
El legado de la Dra. Sally Ride como primera mujer estadounidense en el espacio es muy importante, pero más allá de eso trabajó incansablemente para convertirse en una ingeniera de talento, una defensora dedicada a los demás y una valiente exploradora. Ella sigue inspirándonos para que sigamos apuntando más alto.
Fotos cortesía de NASA y Sally Ride Science
Escrito por Ashley Cavanagh
Traducido por Salva Rosauro Alcaraz
Editado por Katie Fraser, Madelyn Leembruggen, and Caroline Martin
Ilustrado por Nicole Naporano
Retrato por Jovana Andrejevic
Fuentes y lecturas adicionales:
Sally Ride por Lynn Sherr
American Woman Who Shattered Space Ceiling del New York Times
Biography of Sally Ride por National Women's History Museum
Who Was Sally Ride? por NASA
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